martes, 2 de diciembre de 2014

Cenicienta Tour

¡Hola, holita! Como bien leéis en el título de la entrada, aquí y ahora, en este mismo blog empieza "Cenicienta Tour", cuya primera entrada es aquí, pero las demás serán en otros blogs. ¿Queréis saber más? Pues allá vamos:

PARA PARTICIPAR:

Para participar hay que convertirse (si no lo han hecho) en SEGUIDOR de todos los Blogs participantes. El Seguidor que va a participar de manera más activa, ganará el libro electrónico gratuito de la novela "La Historia de una Cenicienta".

ENLACES BLOG:

- La estrella de mi camino 
- Mi gran viaje literario
- La vida entre las páginas
- Cosmos Literario Juvenil
- Mundos Infinitos
- Escribiendo con Genesis Publishing

PARADAS:

* Primera parada - 2 de Diciembre 2014.
    En el Blog "La estrella de mi camino".

(Extracto de un Capítulo.) 
Los participantes compartirán sus impresiones, comentando por debajo de la      entrada.

* Segunda parada - 4 de Diciembre 2014.
    En el Blog "Mi gran viaje literario"
.  

(Identikit de los personajes.)
Los participantes podrán presentar sus "caras", siguiendo las informaciones proporcionadas.

* Tercera parada - 5 de Diciembre 2014.
    En el Blog "La Vida entre las páginas".


(Extracto de un Capítulo.)
Los participantes tendrán que combinar una banda sonora con lo que han leído en el texto, y señalar el enlace youtube del vídeo en los comentarios.

* Cuarta parada - 8 de Diciembre 2014. 
    En el Blog "Cosmos Literario Juvenil".

(Similitudes y diferencias con el cuento de hadas de los Hermanos Grimm.)
Los participantes pueden dar su opinión acerca de los cuentos de hadas y sus transposiciones literarias y cinematográficas.

* Quinta parada - 10 de Diciembre 2014.
     En el blog "Mundos Infinitos".


(Entrevista con el autor de la novela.)
Los participantes podrán hacer preguntas adicionales en los comentarios; que tendrán sus respuestas en una entrevista después de la parada final del Blogtour, publicada en el Blog español de la Editorial: "ESCRIBIENDO con Génesis Publishing".
* Sexta parada - 11 de Diciembre 2014.
    En el Blog organizador "ESCRIBIENDO con Génesis Publishing".


Aquí se le mostrará el ganador de Blogtour por sorteo a través de un sitio RANDOM, elegido entre los Seguidores más activos y que hayan aplicado correctamente todas las reglas.

¿CÓMO SE DECRETARÁ EL GANADOR?

Tendrá que aparecer sinceramente involucrado en la iniciativa y se tendrá que acumular más presencias en las paradas, esto será certificable por el contenido y el número de los comentarios. En caso de empate, será utilizado un sitio de extracción adicional RANDOM para la selección final del ganador. ¡El resultado se dará a conocer en todos los Blogs Participantes!

¿QUÉ TENÉIS QUE HACER EN MI ENTRADA?

Leer el extracto que aparece más abajo, y comentar en esta entrada vuestras impresiones de lo leído.

EXTRACTO
 
        Capítulo 17
         “Cuando Cenicienta conoció a su Príncipe Azul”

                   “Si estoy soñando no me despiertas. No aguantaría vivir la realidad 
                      si tú no estuvieras a mi lado”.

-Costanza-
 
Me tomó la mano, balanceándola suavemente delante y atrás, como solían hacer los niños, con la mirada de quien acababa de hacer una broma, pero con los iris llenos de esperanza.
Me acerqué a la ventana para poner un poco de distancia entre nosotros, yo no podía pensar en su cara de ángel del pecado demasiado cerca de la mía.
«Está lloviendo a cántaros.» Susurré refugiándome detrás de la cortina. «¿Por qué no te quedas aquí? Quiero decir, pedir una pizza y ver una película en frente del fuego. Lo tomamos con calma». Tartamudeé agitada.
«Lo entiendo, duermo en el sofá, esta noche.» Contestó alegre.
Se mee escapó una sonrisa.
«Creo que realmente así pasó, ¿sabes?» Habló saliendo de la nada después de un momento de silencio.
«¿Qué?», Le pregunté con curiosidad.
«Entre el Príncipe Azul y Cenicienta. Una vez que los reflectores se apagaron volviendo a ser un hombre y una mujer que apenas se conocían... Empezaron todo de nuevo» Entrecerré los ojos asombrada, mientras que la luz – con una ligera subida de tensión – volvió a iluminar el apartamento. En Julian había mucho más de lo que se podía ver a primera vista, facetas profundas y fascinantes que me moría de ganas de conocer.
«¿Qué pizza quieres?» Le pregunté agarrando el teléfono, marcando el número de una pizzería para llevar, no muy lejos.
«Capricciosa, como una mujer hermosa.» Él respondió, acercándose peligrosamente a mí otra vez, sino que se limitó a tomar mi mano.
«Yo no soy caprichosa.»
«Yo dije, “mujer hermosa”, nunca usaría un eufemismo tan reductivo para ti. ¿No sabes los huracanes que provocas dentro de mí. No, de hecho no creo que tengas alguna idea.» Él sonrió con picardía.
En respuesta, le solté una palmadita en el hombro, mientras que mis mejillas se coloreaban de rojo. Se me había olvidado el efecto que me hacían sus velados dobles sentidos.
«Van a estar aquí, dentro de veinte minutos.» comuniqué, colocando el teléfono y caminando frenéticamente a lo largo de la alfombra, sólo para evitar la tentación de tocarlo. Sonrió y en ese momento me pareció un joven Peter Pan.
«¿Desde cuándo tienes miedo de quedarte a solas en la misma habitación conmigo, Costanza De La Cruz?» Bromeó.
«No te tengo miedo.» Espeté, herida en el orgullo. «Sólo que...»
«Sigues preguntándote si el perfume es tan bueno como lo recuerdas, si la piel bajo los dedos es realmente tan cálida y suave. Sigues pensando en su voz reducida a un susurro que acaricia tu cuello. Esto es lo que pasa por mi cabeza y creo que es lo mismo para ti. Sería un hipócrita si te dijera que no estoy pensando en cuanto querría hacer el amor contigo, pero decidimos tomarlo con calma y tengo la intención de respetar esa promesa.» Él me miró con esas joyas de esmeraldas, que eran sus ojos y la boca curvada en una sonrisa. Me quedé encantada observándolo.
Mi Apolo. Se me acercó, apretándome contra su pecho y apoyando la barbilla sobre mi cabeza mientras me acariciaba el cabello.
«¿Ves? También conozco otras formas de amor.» Me relajé entre sus brazos y cerré los ojos, suspirando. El tiempo pareció detenerse, pero tuvieron que pasar varios minutos para que el momento mágico fuera interrumpido por el timbre de la puerta.
El recadero de la pizzería había llegado.
Thor salió de su escondrijo detrás del sofá, mirando con un ojo quien se había revelado en la puerta, olfateando el aire, tan pronto como el olor fragante de las pizzas se propagó en la sala. Luego, el gran alano se volvió hacia Julian, dándole un gruñido gutural. Me reí cuando puse la comida en el mostrador de la cocina.
«Todavía no le gustas.» Dije más tranquila.
«Creo que tu padre ha adiestrado a Thor, de manera que ningún individuo del sexo masculino pueda acercarse a ti y de eso le estoy agradecido.»
«¿Julian Carignani, celoso?» Lo pinché, mordiendo la primera rebanada de mi pizza margherita. «¡Pensé que eras demasiado seguro de ti mismo para serlo
«Jamás lo fui, pero nunca tuve una novia estable hasta ahora...»
«Y ahora... ¿La tienes?», le pregunté vacilante. Julian me miró seriamente y por un momento temí que mi corazón se habría detenido.
«Si tú lo vas a querer...» Fue en ese momento que la puerta principal se abrió de repente, revelando una Lea sin aliento que – dejando caer una media docena de bolsas en el suelo – se entregó a un suspiro de alivio.
«¡El shopping es realmente el mejor tratamiento para cada mal, acompañé a mamá al tren!» dijo, notando solo entonces que tenía compañía.
«Julian... Yo, lo siento, no sabía que habría tenido que dejar la casa libre...»
«Lea, no interrumpiste nada, ¡no te preocupes!» Le aseguré, tratando de evitar la mirada de Julian.
«¡Ahora, me refugio en mi habitación y no voy a volver a salir hasta que vosotros no hayáis… Terminado!» Se disculpó incómoda mi amiga, escapándose.
«Lea.» Ambas nos volvimos en dirección de nuestro huésped, asombradas
«Sé que estás mal por lo que pasó con Cristiano, pero él también está sufriendo, créeme. No está listo para una relación, hay que dejarle un poco de tiempo para sanar su corazón y olvidar las heridas pasadas».
«Me habría gustado que hubiera sido él quien me dijera estas cosas, en vez de dejarme ir sin decir una palabra.» Lea replicó, con la voz quebrada.
«No fue él quien me pidió decírtelo, yo quise hacerlo porque me encantaría veros felices... Cristiano decidió dejarte libre, porque nunca te pediría de esperarlo.»
«Así que las cosas no cambian, si realmente se hubiera preocupado por mí – más allá del pacto autodestructivo y estúpido que cerremos – él se habría comportado de una manera diferente.» Con eso corrió a su habitación, cerrando la puerta detrás de ella y dejando las bolsas que contenías sus compras antes del umbral. Tal vez ir de compras no fuera tan terapéutico.
«Lo siento, tenía las mejores intenciones.» Se disculpó Julian.
«Yo sólo quería que las cosas entre ellos se repararan.» Le rocé la mano, tratando de animarlo. Sólo Lea y Cristiano habrían podido resolver sus problemas.

Pasamos la noche en el sofá, en compañía de una comedia ligera que casi no seguí. La presencia de Julian era una constante fuente de distracción. Intencionalmente, mantuvimos una distancia de seguridad, pero esto no hizo más que alimentar el deseo que tenía de tocarlo.
«Tal vez yo pudiera...» susurró Julian, levantando el brazo e invitándome silenciosamente a apoyarme en él. Dudé, luego mi corazón tuvo la mejor sobre mi mente y me acurruqué contra su pecho.
Podía sentir contra mi mejilla, el incesante golpear de su corazón y me di cuenta que latía al unísono con el mío.
«Lady De La Cruz, querría pedirle humildemente el permiso para besarla, ya que son diez minutos los que estoy mirando sus labios y parece que me estoy volviendo loco.» Me apoyé sobre un codo, mirándolo de reojo, divertida.
«Sir Julian, deseo concederle ese permiso.» Su olor me envolvió, fresco y familiar, mientras su cálido aliento rozaba mi piel. Unió nuestros labios lentamente, controlándose como si yo hubiera sido de cristal y él hubiera tenido miedo de quebrarme, aunque sólo se hubiera atrevido demasiado. Con el beneficio de la retrospectiva, descubrí que este era el beso que habría llenado mis sueños, porque estaba libre de una urgencia dolorosa y penetrante... sólo lleno de “nosotros”.
Aparecieron en la televisión los créditos, nosotros seguimos observándonos en silencio. Era tan difícil de creer que realmente estábamos viviendo ese momento: todo parecía tan puro y recto, simplemente perfecto. ¿Podía ser el verdadero amor de los cuentos de hadas? ¿Un sentimiento despojado de pasadas mentiras y finalmente libre para ser vivido plenamente?
Me estiré, poniendo los brazos sobre sus hombros y, respirando en su cuello, cerré mis ojos en un instante que habría querido que durara para siempre. Me quedé dormida y recuperé el conocimiento de lo que estaba a mi alrededor cuando, unos minutos más tarde, Julian me recogió del sofá para llevarme a la cama. Hundí mi nariz en el cuello de su camisa.
«¿Qué estás haciendo?» Murmuré, descubriéndome ansiosa y emocionada al mismo tiempo.
«Tengo toda la intención de ponerte en la cama y arremangarte las mantas, princesa.»
Pensé de repente en las bragas de mi abuela que me había puesto esa mañana, no habría podido hacer peor elección. Julian me puso sobre el colchón y luego se arrodilló a mi lado, apoyó los codos en la orilla de la cama, mirándome con una ceja levantada.
«¿Qué quieres hacer?» Le pregunté tensa, mientras que una ola de calor me envolvía.
«Es mejor que no te diga lo que habría querido hacer en este momento. De lo contrario, te diré lo que haré: te voy a dar un casto beso en los labios, luego voy a custodiar tu mano en la mía hasta que te quedes dormida; Me voy a perder mirándote en silencio y luego recorreré el pasillo en la dirección contraria hasta la sala de estar donde me acostaré en el sofá, inquieto, tratando de no pensar en los pocos pasos que nos separan».
Esa fue una de las frases más hermosas que jamás me había dicho. Le sonreí sin poder dejar de mirarlo.

-Julian-
 
Los ojos de Costanza se iluminaron como si estuviera riendo con la mirada, no sólo con sus labios hermosos. Me senté en el suelo, esperando que se pusiera bajo las mantas. Su largo cabello castaño cayó como un abanico sobre la almohada y no pude resistir la tentación de envolver un mechón en mi dedo.
Costy me observaba apoyada en un lado, atrevida. Estiré la mano para apagar la luz y luego volví a admirarla. Sus grandes ojos oscuros parecían brillar en la oscuridad y me encontré pensando que nunca había sentido un sentimiento tan profundo por una mujer.
«Es una lástima.» Ella susurró en voz baja, como un soplo.
«¿Qué es una lástima?», Le pregunté, entrecerrando los ojos.
«Me habría gustado dormir contigo.» Confesó dulce.
«Sabes bien que si me deslizara bajo las mantas contigo, no nos limitaríamos a dormir...», le contesté, aclarando mi voz.
Costanza suspiró en señal de silencioso asentimiento. Puse mi cabeza contra la pared y cerré los ojos, acunado sólo por la suave respiración de la chica acostada entre las sábanas.
«¿Costy, ya estás dormida?», le susurré a fin de que me habría escuchado solo si hubiera estado despierta.
«No...»
«Mantente libre para mañana, tengo la intención de hacerte conocer mi vida en todos los detalles, empezando por el rugby y la playstation, a través de la medicina y concluyendo con una persona especial; la razón por la que me fui a Irlanda.» La oí dar vueltas en la cama y sonríe en la oscuridad de su ansiedad. Me reí entre dientes.
«No se trata de una mujer, aunque me habría gustado presentarte a mi madre, estoy seguro de que le gustarías también a ella... Es Kameron, mi hermano adquirido.» Costanza buscó otra vez mi mano.
«Lo siento, habría debido darme cuenta de que se trataba de un tema delicado.» Murmuró dolida. Escucharla decir eso me convenció de que estaba haciendo lo correcto. Ella era la mujer adecuada.
«Habría tenido que ser honesto contigo.»
«Buenas noches, mi Apolo.» Bromeó, casi dormida.
«Buenas noches, mi amor.»

2 comentarios:

Juli R dijo...

Hola! Por lo que leí, hasta ahora, la historia me esta gustando. Le veo un "aire" a La Selección, asi que espero seguir leyendo.
¡Saludos!

moni dijo...

Jajajaja me encanta mi apolo!! lo que e leido me a gustado te deja con ganas de saber que pasa entre estos dos asi que habra que seguir leyendo...muy chula!! un beso taty